Es fácil olvidarse de los fotoperiodistas. Claro, existe el WorldPress Photo y una vez al año, nos acordamos de su trabajo. Pero en general, solemos prestar más atención a los gruesos titulares y a las líneas de tinta y únicamente si la foto que acompaña a la información es única, poderosa, nos quedamos como embobados, sin poder parar de mirarla durante varios minutos.
Y no es que una imagen valga más que mil palabras. Topicazo que ha perdido su sentido original. Sino que una parte de las imágenes, cuentan una historia. Y sin su necesaria participación, la historia es incompleta. La foto que ilustra la cabecera de este artículo, es precisamente una de las ganadoras del pasado World Press Photo.
Fue tomada por Wei Seng Chen, un periodista malasio que refleja la fiesta del Pacu Jawi, una antigua competición en la que los participantes corren en medio de dos bueyes, sujetando ambas colas. Su habilidad consiste no sólo en ser rápidos, sino conseguir que el equipo completo (los dos bueyes y el hombre) corran coordinados, siguiendo una estricta línea recta, trabajando por un objetivo común.
Esta tradición, que tiene 400 años, pone en competición cada año a 600 bueyes provenientes de 50 granjas de todo el país. Pues bien, dicho así, negro sobre blanco, la noticia parece una más. Pero miremos la foto detenidamente.
¿Qué nos evoca? ¿Cuál es la historia que hay detrás de la instantánea? ¿Desde dónde tomó la foto el periodista? ¿Cómo es correr entre esos dos animales, rodeados de tierra, de agua…? ¿Qué nos dice la cara del corredor? ¿Ha ganado la carrera? ¿Está al borde de la extenuación? ¿Y cómo es el terreno? y por extensión ¿Podemos imaginarnos esa parte de Malasia? ¿Nos traslada la imagen al centro de la acción?
Wei Seng Chen ha conseguido que escriba este artículo. Ha logrado quiera conocer más de un país del que ignoro prácticamente todo y me ha traído el recuerdo de una estupenda entrevista que hace unas semanas le hacen a Manu Bravo en Jot Down. Todo, por el precio de una imagen.
Rodolfo de Juana 