Un hombre sale de casa. Se monta en su coche. Visita a su novia. Cena con su ex-mujer. Toma unas copas con un amigo. Al día siguiente vuelve a la agencia en la que trabaja vendiendo casas. Discute el precio del alquiler con un par de inquilinos. Y cuando después de ocho horas termina deContinue reading “Richard Ford y la aburrida, maravillosa normalidad”